
Helen Biondi




Cuando no te veo sueño contigo en las noches y cuando te veo sueño despierto con tu belleza
sublime a plena luz del día. Tu belleza no es sólo superlativa y asombrosa sino mágica, rotunda, cegadora...
Adoro todo tu ser, te amo, eres el fuego azul delicado que quema lo malo que hay en mi alma, me rindo a
tí, por siempre.

No necesito conocer a ninguna mujer más
para saber que como tú no hay otra igual.
No hay belleza más sublime que la tuya,
tiemblo al pensarte, muero por verte cada día...
y cada día eres más bella para los ojos de mi alma
y cada es más hermosa tu piel de pétalos de luna
y tu rostro cincelado de porcelana
y tus ojos que irremediablemente hechizan
y tu nariz perfecta por los dioses griegos esculpida.
Tu belleza apenas puede expresarse con las más hermosas
y cuidadosamente escogidas palabras,
tu belleza milenaria como un poema perfecto en su forma
no puede explicarse, sólo sentirse en el mismo fondo del corazón y del alma.




